VALORACIONES INMOBILIARIAS

Una valoración inmobiliaria es un informe que justifica un valor sostenible en el tiempo de un bien inmueble. Ha de ser realizada por un profesional que conozca perfectamente los precios del mercado inmobiliario y cuente con los conocimientos necesarios para poder fijar el precio real del inmueble.

El valor del inmueble es aquel que el mercado establece para un determinado tipo de inmueble, de acuerdo a sus características constructivas y cualitativas, así como a la posición que ocupa dentro de un ámbito urbano determinado. En la determinación del valor del inmueble resulta esencial la consideración de sus características propias y de su idoneidad o adaptación a los actuales requerimientos del mercado, así como los condicionantes de su emplazamiento (localización), su adecuación al aprovechamiento óptimo asociado a las características o amenidades del entorno y a su internalización en los valores urbanos.

Por otra parte, la valoración de un inmueble está sujeta a la consideración de los derechos que en realidad le otorga la propiedad, si bien pueden existir otros derechos sobre la misma, que también puede ser susceptible de valoración.

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¿Cómo se hace una valoración inmobiliaria?

Una valoración inmobiliaria requiere un conocimiento preciso de los parámetros constructivos y cualitativos de la edificación, así como los factores relativos a su ubicación y situación urbanística, entre  otros aspectos, que caracterizan la zona en la que se encuentra. La valoración inmobiliaria debe entenderse, por tanto, como un proceso de cálculo de un valor económico, establecido de acuerdo a unas metodologías de evaluación y a unas técnicas que tratan de construir un valor objetivo, atendiendo a las características propias del bien y a las amenidades de su entorno.

El perfil profesional del valorador inmobiliario integra el conocimiento de aspectos urbanísticos y otros factores económicos que configuran el entorno, junto con una proximidad al sector de la edificación y a los costes de ejecución de la construcción.

Los factores que influyen en la valoración de un inmueble son:

  • En una valoración inmobiliaria es esencial la ubicación en la que se encuentre el activo.
  • En una valoración inmobiliaria es determinante los servicios próximos: zonas verdes, lugares de ocio, servicios escolares, médicos, supermercados…
  • En una valoración inmobiliaria influye notablemente la superficie del activo valorado.
  • Una valoración inmobiliaria varía en función de la calidad de los materiales de construcción.
  • La situación del edificio influye en un valoración inmobiliaria: se valora más si es orientación sur y está situado en pisos altos.
  • La antigüedad es uno de los factores más importantes a la hora de realizar una valoración inmobiliaria.
Tasaciones Inmobiliarias Oficiales

Por qué hacerlo con Aguirre & Baeza

Con más de 20 años de trayectoria en el mercado inmobiliario, nuestro equipo ha elaborado cientos de tasaciones oficiales en todo el territorio español, para clientes particulares, grandes empresas y despachos legales.

 

Contamos con tasadores oficiales y peritos judiciales inscritos en los colegios profesionales y reconocidos por organismos de justicia, capaces de respaldar el informe ante juzgados y en procesos legales.

Nuestros informes se sustentan en visitas físicas al inmueble, análisis de mercado riguroso y documentación exhaustiva. Cada valor está justificado con criterios técnicos.

Nos comprometemos a entender tus necesidades específicas, mantener comunicación directa contigo durante todo el proceso y respetar los plazos establecidos.

Nuestros informes cumplen la normativa vigente (Ley 2/1981, RD 685/1982, RD 775/1997, Orden ECO 805/2003, etc.), lo que les confiere valores oficiales reconocidos por organismos públicos, bancos y tribunales.

Preguntas frecuentes sobre nuestro servicio de valoración

Algunas de las preguntas más frecuentes que nos realizan cada día sobre valoraciones inmobiliarias son las siguientes:

Una valoración inmobiliaria es un análisis técnico que estima cuál sería el valor de mercado de un inmueble (vivienda, local, plaza de garaje, nave, etc.) en un momento concreto. No siempre tiene carácter legal, sino que sirve como orientación para saber cuánto podría valer el inmueble en condiciones normales de mercado.

La diferencia principal radica en la normativa y en la validez legal del informe. Una tasación oficial debe ser realizada por un tasador homologado —en España, normalmente por una sociedad de tasación reconocida— y suele requerirse para trámites como hipotecas, procesos notariales o administrativos. 


Por su parte, una valoración inmobiliaria puede tener un enfoque más orientativo y flexible, útil para estimaciones de mercado, decisiones de venta, análisis preliminares o consultas internas de propietarios / inversores.

Algunas de las situaciones más comunes:

  • Cuando planeas vender o alquilar un inmueble y quieres fijar un precio realista acorde al mercado.

  • Si deseas conocer de forma orientativa el valor de tu patrimonio inmobiliario (por ejemplo, para inversión o planificación financiera).

  • Antes de iniciar una negociación de compra-venta, para contrastar expectativas con realidad.

  • Para estudios de mercado, comparativas de barrios, análisis de tendencias inmobiliarias.

Para definir el valor estimado se analizan varios elementos: ubicación del inmueble, superficie, antigüedad, estado de conservación, calidades constructivas, entorno, situación del mercado en ese momento, inmuebles comparables en la zona, entre otros.

El informe puede incluir documentación registral, datos catastrales, planos, descripción del inmueble, datos urbanísticos y otros aspectos que influyan en su valor.

  • Permite tener una referencia objetiva del valor de la propiedad, útil para tomar decisiones informadas de venta, alquiler o inversión.
  • Ayuda a ajustar expectativas y definir estrategias (precio, mejoras, inversiones necesarias, posible rentabilidad).

  • Facilita negociaciones con compradores, inquilinos o inversores con una base de datos y criterios claros.

  • Es una herramienta de diagnóstico: con ella puedes apreciar qué aspectos del inmueble influyen más en su valor, y si conviene hacer reformas o mejoras antes de vender.

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